Aquellos días de otoño que caminábamos juntos tomados de la mano, pisando las hojas secas caídas de los árboles, sonriéndonos, me creía feliz. Podía mirar tus ojos por horas y horas, lo único que podía molestarme era ver mi reflejo en ellos. Me sentía amada de verdad, sentía que sólo eso me importaba. Ahora que esos días pasaron, que duraron menos de una estación, creo extrañarlos. ¿Y qué si me confundí? Sé que no fue lo que quise, nada salió como esperaba. Dicen que de los errores se aprende, pero..¿mi error cuál fue? ¿creer en mi amor? ¿está mal? No lo hubiera estado, si la persona hubiese sido otra. No quiero que nada de lo que creí bueno en el pasado ahora cambie, menos, como siempre le dije, cambiar a la persona... ¿pero
cómo pudo fallarme de tal forma? No es la persona que creía que era, eso es lo que peor me hace sentir. Porque si bien había dicho que mi amor siempre iba a seguir en pie, no sigo enamorada de alguien que ya no sé ni quién es. Mi amor por él, no sólo tropezó, cayó para jamás levantarse.
No puedo odiarte porque te amé como jamás lo había hecho en mi vida. No me avergüenza decirlo, me avergüenza lo que no hiciste por mí. Todo lo que no diste por mí, lo que no intentaste. Sé que dije muchas cosas quizás no debidas, estando tan débil quise hacerme ver fuerte, sentirme fuerte. Pero vos fuiste más débil por no intentarlo. Y ahora es cuando digo, ¿con quién estuve todo ese tiempo?
Las palabras, las ideas, las sensaciones, todas se cruzan en mi cabeza, como líneas formando garabatos,cada vez son más rápidas, quieren que enloquezca como ellas. No entienden que no me importa enloquecer... No pretendo olvidar, pero sí poder llevarlo con mi vida. Para que mi alma deje de llorar a escondidas, sé que hay solución... el problema es que no se deja encontrar.
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